
La noticia no tiene nada que ver con el titular, puesto que los unos y los otros (supuestos dueños y Alcaldía), están reclamando lo que consideran es su derecho y defender lo que les pertenece. Las personas llamadas invasores “acudieron a apoyar a los agricultores de la Corporación Agrícola Montubia Sol del Norte” que reclaman como suya esa propiedad, explica. Y, entonces, ¿por qué la balanza se inclina para el lado del Cabildo?
Al finalizar la lectura, nos quedamos con una idea vaga de la realidad, pues no se cita las declaraciones actualizadas de funcionarios del Cabildo, aunque sí aparecen las expresiones de unos dirigentes que dicen “Los terrenos les pertenecen”.
Con ello para el común de los lectores se genera una incertidumbre, no se diga para los futuros beneficiarios de esas casas que construye el municipio: les tocará a ellos mismo acercarse a la Alcaldía para enterarse si al día siguiente amanecerán despojados de sus futuras propiedades, desde luego, si se cumple con el anuncio del municipio. ¿Y dónde quedó el trabajo del periodista?
La falta de objetividad y contextualización, marcan esta nota, por lo que se debe trabajar mejor en función del público, y no generar incertidumbre sobre un tema de tanto interés para este sector de la ciudad.
Desde el otro lado de la orilla mira, en cambio, diario El Telégrafo a esta misma noticia. Este periódico más bien los victimiza a quienes se mantien en los costados de esos terrenos. La única víctima aquí es: la verdad.
Roger
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